Racismo en Italia: Año nuevo, misma historia
Parece que todo sigue igual, ni los buenos propósitos de año nuevo han impedido que el racismo se vuelva a apoderar de las gradas italianas. Lo sucedido en Busto Arsizio, provincia de Varese, no es algo nuevo en el país del calcio. El partido amistoso entre el AC Milan y la Pro Patria fue la enésima prueba de que el racismo está instalado en el fútbol trasalpino. Cánticos ofensivos, abucheos y todo tipo de sonidos simiescos provocaron que Kevin Prince Boateng, estrella del AC Milan, dejara el campo de juego, harto de oír semejantes insultos por culpa de su color de piel y su procedencia africana.
Esta historia del racismo no es nueva y ya en 1983 dieron buena cuenta de ello los ultras del Hellas Verona, quienes en un partido contra el Cagliari lanzaron plátanos al campo para ofender a Julio Cesar Uribe jugador peruano del equipo sardo.
Jugadores como Mario Ballotelli (cuando jugaba en el Inter) han sido victimas de insultos racistas en el llamado “Derby d’Italia” contra la Juventus de Turin. Marc Andrè Zoro (costamarfileño del Messina) amenazó con abandonar el terreno de juego en un Messina-Inter (noviembre de 2005) y sería Adriano, delantero del Inter de Milan, quien lo convencería de seguir jugando. Por su parte el arbitro Tagliavento, paró durante unos minutos el partido Cagliari-Inter por los “buuuu” racistas emitidos desde la Curva Nord de los ultras del Cagliari contra Samuel Eto’o.
La historia de los insultos racistas no se centra únicamente en el equipo, jugadores o dirigentes adversarios, en Florencia encontramos un episodio extraño, pues la hinchada de la Fiorentina utilizó insultos racistas con su propio entrenador, Sinisa Mihajlovic.
Pero la historia del racismo no termina aquí, dejando a un lado el odio político entre diversas “Curvas” de los estadios italianos existe otro tipo de racismo, el derivado del “odio” entre el norte y sur de la península itálica. Frases como “Bienvenidos a Italia”, “Terroni” (adjetivo despectivo a la gente del sur), o “Vesubio lavales” son lemas que acompañan los equipos del sur por los campos del norte de Italia. En el último enfrentamiento entre Juventus y Napoli un “periodista” (las comillas son obligatorias pues quedó en entre dicho que sea un profesional del sector informativo) declaró que “a los napoletanos se les diferencia por su mal olor”.
Los incidentes racistas provocados por equipos italianos se extienden también a las competiciones europeas, así lo demuestran los incidentes previos al Lazio-Tottenham, debido al odio antisemita de los ultras laziales. Los mismos que expusieron una pancarta en el derby contra la Roma que rezaba “Auchwitz vuestra patria, los hornos vuestras casas”. El conjunto lazial decidió jugar un partido con el lema “No Racism” en su camiseta.
Y así tantas otras historias que comprometen a más de 90 “tifoserias”, entra las cuales las mas sancionadas son Verona (60 episodios racistas), Lazio (58), Ascoli (28), Padova (23), Juventus (21), Roma (20).
Por otro lado no hay que meter en el mismo saco a todos los equipos y a todas las aficiones de Italia ya que muchas realizan un gran trabajo para eliminar el racismo de los estadios. Es una dura lucha en la que quizás hagan falta mas jugadores como la plantilla del Treviso de 2001, quienes en apoyo a su compañero, Akeem Omolade victima de continuos insultos racistas se pintaron la cara de negro para disputar su partido de campeonato de Serie B contra el Genoa. Los jugadores del Bologna Calcio grabaron un video titulado “Aplausos contra el racismo” para demostrar que el deporte debe luchar contra la discriminación racial.
Algunos ejemplos, de los muchos que podríamos poner, de “tifoserias” que luchan contra el racismo serian la afición de la Civitanovese (provincia de Ancona) cuyo grupo ultrà, Brigate Rosso Blù 1984, preparó una coreografia a favor de la lucha antiracista con el lema “Il razzismo nasce dalla paura” (el racismo nace del miedo”) y un comunicado que llevaba por titulo “Dall’Islanda al Sudafrica, dal Messico all’Australia: il calcio è di tutti, il calcio è per tutti”” (De Islandia a Sudáfrica, de México a Australia: el fútbol es de todos, el fútbol es para todos).
Por otro lado la Curva Nord Perugia (Armata Rossa y Ingrifati), quienes en 2005 en ocasión del derby contra el Arezzo realizaron una espléndida coreografiá a favor de la lucha antirracista, debido a los incidentes semanas antes en el viaje a Verona para enfrentarse al Hellas Verona.
Otras aficiones como la del Virtus Verona crearon un torneo para luchar contra el racismo, el sexismo y la homofobia que llevaba por titulo “Un calcio al razzismo” (Una patada al racismo) o los ultras de la Ternana en su enfrentamiento con el Piacenza mostraron una pancarta donde se podía leer “Ultras, divisi dalla fede, uniti contro il razzismo” (Ultras, divididos por la fe, unidos contra le racismo).
Por último, para luchar contra el racismo y antisemitismo, Inter de Milan y Bologna dedicarán el partido de Coppa Italia entre ambos a la memoria de Arpad Weisz, entrenador húngaro y de religión judia. Weisz entrenó a ambos conjuntos (Inter 1929-30 y Bologna 1935-1937) antes de ser expulsado de Italia en 1938 por las leyes raciales fascistas. Posteriormente fue deportado por los nazis durante la ocupación de Holanda, donde se había refugiado junto a su familia, y en 1944 murió en el campo de concentración de Auchwitz.
NO AL RACISMO
Las gradas unen, el racismo divide
Víctor Gómez Muñiz
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